El idilio entre la Europa League y el Sevilla FC se mantiene.

En una temporada en la que los grandes del fútbol español se limitaron a la obtención de un bien alto sin más, (recordar R. Madrid cae en semis de Champions, y logra tres títulos. Copa del Rey, Mundial de Clubs y Supercopa de Europa por dos del Barsa, Liga y Supercopa de España) el Sevilla FC viniendo de ninguna parte, ya que estaba rozando el descenso hasta diciembre, va y se mete en una final durisima, contra la Roma de Mourinho. Y no sin sufrimiento se la llevó en la tanda de penaltys. El milagro Mendilíbar, un ejemplo para tener en cuenta a los entrenadores que nunca han entrenado un grande pero cuando se les da la oportunidad demuestran, el Sevilla de los Jesús Navas (el incombustible y decisivo Navas), el Sevilla de Bono que lo paró todo, penaltys incluidos o el Sevilla de Montiel a quien no le tembló el pulso al lanzar el penalty decisivo, al igual que sucedió en la final del Mundial para Argentina, fueron los argumentos para que el Sevilla se alzarse con el título. Y van siete de siete rompiendo todos los moldes de la estadística. El Sevilla, una vez más, reina en Europa y obtiene una inesperada plaza para la próxima Champions. Desde Tiro al palo digital, enhorabuena.

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